miércoles, 15 de febrero de 2012

Encontraras a Dios

Donde quiera que pongas tu mirada
dondequiera que pongas tu atencion
dondequiera que un atomo subsista
encontraras a Dios.

En las formas diversas de las nubes,
en los rayos dorados del sol
en el brillo que lanzas las estrellas
encontraras a Dios

En los dulces balidos que en los prados
el rebaño da al silbo del pastor
en los trinos cambiantes de las aves
encontraras a Dios

En la sangre que corre por tus venas
en la misma conciencia del Yo
en los propios latidos de tu pecho
encontraras a Dios

En la senda figura de la madre
cuyo seno la vida te donó
en la franca sonrisa de una hermana
encontraras a Dios

En las lindas pupilas de la joven
que de amores prendio su corazon
en la grata vision de un ser querido
encontraras a Dios

Rn las horas de sombra y amargura
cuando a solas estes en tu dolor
si lo buscas en la sombria noche
encontraras a Dios

Arturo Gutierrez Marti

Llevando la cruz

El cuerpo le va delante.
La sombra le sigue atras
Sus heridas manchan de rojo
las calles de la ciudad.
La cruz le pesa, tropieza y cae,
su pobre fisico no le da mas:
¿Padre, por que me abandonas
si a nadie le he hecho mal?
Sabe que el destino es ese
y no lo puede esquivar.
Que solo asi salvara el mundo
y al que lo quiera escuchar.
Lo clavaron al madero
y alli la tierra tembló.
Se moria el Rey de Reyes
en lo alto de la cruz
Antes de cerrar sus ojos
su cabeza levanto
y a su padre, en un suspiro
su pobre alma entregó.
Alli moria el odio
y nacia el amor.

Elsa Lorences de Llaneza

Maria en el calvario

Ella va detras de ese martirio,
corazon que late acongojado,
pisa las piedras hundida en la tortura
de la lanza clavada en su costado.

Ella desangra su cuerpo aunque camina
detras del hijo maltratado
arrastra su congoja hasta la cima
donde él murió crucificado.

Otras mujeres sollozan la injusticia
de ese cuerpo en llagas incrustrado
mas la madre tiene la corona
de espinas que en su frente han traspasado.

Ella sabia de esa cruel entrega
de ese dolor cuando el si fue dado.
Ahora se hace brazos que reciben
a quien todo lo dio para salvarnos.

Elsa Edith Tebere

No te voy a faltar nunca

Lo observe fijamente,
sus ojos cansados,
su corona de espinas
lacerando su sien
Sus llagas dolorosas
de intensos latigazos
su cruz que tambaleando
llevaba sobre él.
El tambien me miraba
y su mirar decia:
"Contempla, hija mia
en que me coverti.
Por ti, por mis hermanos
que hoy pecan porque si"
Lo mire y de mis ojos
resbalaron las lagrimas
¡Que tristeza infinita
senti en el corazon!
Y me hice el proposito
y tambien el juramento
de no faltarle nunca,
aunque me este muriendo
y recordarlo siempre
como lo estoy mirando
asi en este momento

Elsa Lorences de Llaneza