Señor, ¿Por qué callas ante mi dolor?
¿Por qué no respondes ante mi insitente oración?
Eliges callar, cuando deseo que hables
y eliges hablar, cuando deseo que calles.
Y vivo peleando por causa de mi sufrir
buscando el consuelo que no alcanzo conseguir,
Sitiendo que no escuchas,que no logras comprender,
Que mi oración es en vana y me has dejado abandonada!
¿O es que acaso sí hablas y yo no alcanzo oir?
¿O es que acaso respondes pero no logro escuchar?
Encerrada en mí misma, ahogada en mi dolor
¡No veo todas las gracias que en mi derramas, mi Señor!
Si es que acaso me hablas y no logro escuchar
¡Destapa mis oidos y permite oir!
Si es que acaso no me abandonas
¡Quitame esta venda que me impide verte aqui!
Y si acaso me resisto a cumplir tu voluntad
¡Pues entonces dame fuerzas para poderla aceptar!
Señor, no es verdad que ante el dolor callas
No es verdad que ante el sufrimiento no haces nada
Es mentira que nos abandonas y que eres indiferente ante el sufrir
Pues aunque no perciba tu presencia sé que estás aqui.
Dándome fuerzas para soportar el dolor
escuchándo mis ruegos y llenándome de tu amor.
Aunque no te veo, ¡Estas aqui, Señor!
Aunque no te sienta a mi lado estás
derramando tus gracias y ayudandome en las pruebas
¡Llenándome de tu amor y de tu inmensa bendición!
Pues tu eres, mi Señor, un Dios de inmensa bondad
que desea solamente nuestra eterna felicidad.
que no eres indiferente ante el sufrir de los demás
y que anhelas a cada instante que el amor triunfe sobre el mal.
