Por muchas cosas que nos pase
Hay un ángel tutelar que nos ampara
Que hace que siempre con dignidad llevemos
Los reveces que el destino nos depara
Siempre habrá una luz que nos ilumine
No importa si pequeña, quizá casi invisible
Con su minúsculo rayo de esperanzas
Hará que nuevos sueños e ilusiones sean posibles
Ese tremendo dolor que agobia el alma
Por un brevísimo espacio de tiempo irá pasando
Arriba hijo, hermano, amigo, esposo, novio, amante que la vida sigue
¡No te rindas, por Dios, sigue luchando!
Porque no todo es dolor y tristeza en este valle
Al cual nos empujaron que vivamos
La vida cada día recomienza
En un hijo, un amigo, un hermano.
En una flor, en el aire, en el agua,
En el ave que canta en una rama,
En el despertar de la ciudad dormida
Que en mil voces distintas se derrama
Y en los miles de otras cosas pequeñitas
Que imposibles sería enumerarlas
Así es la vida, el mundo, así el destino
De este mágico carrusel interminable
¿El tiempo? ¿El mañana? ¿Quién lo sabe?
Vicenta Aguero
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